lunes, 14 de abril de 2008

NEURONAS TRASHUMANTES

Un periodista de LA VOZ DEL INTERIOR se refiere en su blog a la capacidad invetereda de los políticos para cambiar de puntos de vista con respecto a un tema en particular con la misma velocidad con la que se cambian de camiseta.

Tal afirmación me provocó lo suficiente como para enviarle el siguiente aporte:

Tenemos pruebas hasta el hartazgo de que los hombres políticos –al menos los de córdoba, pues son los únicos que conozco de cerca-, se rigen por intereses circunstanciales y no por principios ideológicos (la generalidad, aclaro por si las moscas).
Dicen que en tiempos antiguos un obispo le ordenó a un bárbaro converso: “Quema lo que has adorado y adora lo que has quemado”
Si realizo una traslación algo forzada a nuestros pagos y dedicada a nuestros coterráneos, tal vez sonaría así: “Reniega desde el poder lo que predicaste desde la oposición”
Rubén Raúl Guillet – Villa Argentina

1 comentario:

luna dijo...

tristemente lo que mencionas ocurre en toda latinoamérica